Debido a la creciente proporción de personas ancianas, estos servicios han ganado mucha popularidad y se presentan como la alternativa perfecta a las residencias de ancianos.
Los censos de los últimos años indican que el número de personas de la tercera edad es cada vez más alto. Este hecho, sumado al ritmo de vida actual de la población más joven, obliga a buscar formas de atender la creciente demanda de cuidado de personas mayores.
Sin embargo esta problemática presenta muchos desafíos para las familias. Incluso aunque algunos de sus miembros estén dispuestos a realizar dicha asistencia, el tiempo, la ausencia de formación para realizar algunas tareas concretas y el desgaste emocional del trabajo de cuidados, hacen que sus esfuerzos no siempre sean suficientes y se deba recurrir a ayuda externa.
El impacto de la palabra “Residencia”
Para muchas personas las residencias no son ni siquiera una opción. El motivo principal es que tanto los familiares como los propios ancianos, asocian estas instituciones a un abandono de la persona dependiente, con el consecuente malestar que supone este sentimiento. En esta misma línea encontramos otros efectos negativos relacionados con el bienestar psicológico de las personas mayores, como la sensación de aislamiento, el desamparo y la pérdida de independencia.
Sin embargo, cuando se opta por seguir en casa y el estado de la persona dependiente hace necesarios ciertos cuidados por parte de sus seres queridos, también pueden salir a la luz algunos sentimientos de culpabilidad y sensación de “ser un estorbo”, pese a que se insista reiteradamente en que dicha percepción no se corresponde en absoluto con la realidad.
Por otro lado, en un entorno doméstico no siempre quien queda al cargo está capacitado para realizar todos los cuidados que necesita la persona en situación de dependencia. En el caso de las residencias, la incapacidad de los familiares para supervisar con la frecuencia deseada la atención que reciben sus seres queridos, puede provocar cierta inquietud y desconfianza hacia estas instituciones. Por todo ello, mucha gente busca una alternativa que aúne lo mejor de ambas opciones.
Los cuidados a domicilio como respuesta a esta demanda
Cada vez más personas optan por contratar empresas de cuidados a domicilio para atender a las necesidades de sus mayores.
Estas empresas ofrecen una gran cantidad de servicios que van desde la atención especializada por parte de profesionales sanitarios, a la realización de tareas domésticas y acompañamiento, con todas la garantías de calidad y un trato cercano que aporta muchos beneficios psicológicos para la persona en situación de dependencia. Por supuesto disponen de gran flexibilidad horaria, de tal forma que es posible tanto contratar ciertos servicios de forma planificada, como recurrir a ellos en situaciones puntuales.
Estas empresas, a su vez, realizan una cuidada selección de los profesionales contratados a tales efectos y garantizan experiencia, seriedad y profesionalidad, sin dejar de lado el trato humano.
Todo ello, sumado a la comodidad que implica poder permanecer en un entorno conocido, hacen que el cuidado a domicilio sea la respuesta perfecta para aquellas personas en situación de dependencia.
¿Qué servicios pueden ofrecer concretamente estas empresas?
Aseo personal
Este es uno de los servicios más requeridos y tiene un impacto muy importante en la calidad de vida de cualquier persona, por ello recurrir a ayuda profesional puede ser la mejor decisión que se puede tomar en muchos casos.
Estos servicios no solo consisten en bañar o duchar y vestir a la persona; también se realiza un minucioso cuidado de ciertas zonas conflictivas a estas edades, como la piel, donde pueden producirse dolorosas y persistentes úlceras que conviene prevenir correctamente. Además, es importante saber cómo mover o ayudar a hacerlo adecuadamente para evitar lesiones y futuras complicaciones en el enfermo o anciano.
Acompañamiento
Algunas situaciones puntuales, como visitas al médico, postoperatorios o simplemente periodos de tiempo en los que la persona puede pasar demasiado tiempo sola, requieren de la presencia de un acompañante para ayudar a desplazarse al enfermo o anciano, avisar a los servicios médicos en caso de ser necesario o simplemente para asegurarse de su bienestar.
Movilización
Ayudar a un enfermo a levantarse de la cama y moverse cuando su capacidad de hacerlo por sí mismo está mermada, es algo que requiere un cuidado especial, para el que no todo el mundo está capacitado.
Alimentación y otras labores domésticas
La alimentación es crucial a estas edades, especialmente si el personal sanitario ha prescrito algún tipo de dieta especial. Estas empresas cuentan con profesionales que pueden ocuparse de realizar la compra, preparar las comidas y, en caso de ser necesario, ayudar en su ingesta.
De la misma forma, se ofrece la posibilidad de contratar servicios de limpieza y mantenimiento del hogar, con el aliciente de que los profesionales al cargo de dichas tareas cuentan con formación en prevención de riesgos domésticos, lo que contribuye a mejorar la seguridad y calidad de vida de la persona o personas dependientes que habitan el domicilio.